A veces me sorprende la magnificencia de un objeto llamado "llave", puede sonar extraño, incluso raro que alguien piense en una simple llave, pero ¿acaso razonaron su simple complejidad, alguna vez? Cada marca en su cuerpo, se adapta perfectamente a las lineas de su compañero, para poder abrir o cerrar posibilidades. Tilden de loco a este chico, pero le resulta hermosa la metáfora de que, si estas dos partes no estuviesen hechas una para la otra, no cambiarían absolutamente nada.
Mis ganas de expresar esto, surgieron a partir de otra metáfora, una que utilice con mi chica fotogénica, al entregarle una llave. Seamos realistas, no le entregaba la llave de mi corazón, lo cual me resulta muy trillado. No, mi llave contenía otro poder, un poder que no se comparaba a los míos, como superheroe, este poder se llama Libertad. Mi intención era permitirle ser libre, salir de esa prisión de sueños rotos en la que se encuentra y sinceramente ruego que al leer estas lineas, la tristeza no invada sus pupilas cubriendo sus divinos ojos. Tengo el orgullo de poder exclamar, gritar, contar, farfullar y susurrar, que yo salí de esa prisión, conocí de cerca lo que era el dolor, mi carne aun lleva marcas invisibles de aquello, esas noches de soledad y tristeza, donde uno no se siente amado, necesitado, lindo ni feliz. Esos días en los que uno olvida que es un poderoso guerrero, y se deja vencer. ¡Yo estuve allí! y conseguí salir... Quizás no del modo que me hubiese gustado, creo que hubiese deseado utilizar otros medios, pero ¿Saben qué? A diferencia de antiguos profesores míos, esos profesores de la vida que nos enseñan lo que es el bien, y lo que es el mal, yo creo que el fin, si justifica los medios. Cuando uno esta contra la pared, amenazado por fieras que solo desean verte perecer, los instintos te impiden dudar, actúas y continuas haciéndolo, con un único fin, salvarte.
Esta llave son mis manos, que pueden dibujar suaves trazos en la arena para mi chica fotogénica, pueden acariciarla, pueden robarle hasta sus mas íntimos momentos, pero lo que más desean hacer, es entrelazarse con las suyas, y sin soltarla, quitarla de esas paredes grises, en las que vive encerrada. Porque creen que lo merece, porque quieren hacerla feliz, y porque mis manos quieren que en ellas, encuentre la paz y la ternura que busca.
Se que la vida es difícil, a todos nos lastima, pero no debemos permitir que la tristeza llene nuestros días, cuando podemos ser nosotros quienes cambiemos eso. Nuevamente, gracias por todo.