Mil Doscientos Kilometros

Por favor, cámbiame este absurdo "adiós", por un simple "hasta luego", y llenare cada vacío de tu existencia. Al fin y al cabo, es mi cometido, y algo que ya he prometido.
Sécate esas lagrimas y sonríe para mi, a pesar de que amo tus llantos, tan llenos de sinceridad, este es un momento que me gustaría recordar alegremente, en honor a los ratos de paz y felicidad que le regalaste a tu servidor.
¿Qué nos podría separar? ¿Debemos temer que se acabe el amor? No lo creo, demostramos su inmortalidad y mil docientos kilómetros no son mas que una invención de nuestros cerebros, pregúntale a tu corazón, y el me dará la razón.
Así que cámbiame ese adiós, adelante, ¿Quieres regalarme un ultimo deseo que demuestre que me amas?. Necesito saber que la fuerza de voluntad aun esta presente en nuestras vidas, y que juntos construiremos un futuro hermoso. Jamas dejes de sonreír, el mundo parecería una miseria si lo haces, muchas cosas perderían sentido, y eso no es algo que quisiera vivir.
Parecemos dos niños jugando con lapices de colores, dibujando un mañana perfecto donde lo único que importa es disfrutar a nuestra manera.
Dame un ultimo abrazo y dime que me amas, que todo estará bien. Que el presente inseguro, no cambiara nuestro futuro, y que lo duro ya paso. Sujeta mi mano con fuerza, mírame a los ojos, permite que vea en tu interior y descubra el modo de hacerte feliz.
Cámbiame ese "adiós" por un "hasta luego" que resuma tus intenciones, o simplemente has silencio, y deja que lo interprete a mi manera. Los dos sabemos que te conozco mejor que nadie, yo sabre la respuesta.