Mil Doscientos Kilometros

Años malditos, petrificaron mi orgullo hiriéndome, golpearon mi autoestima hasta dejarlo en el suelo inconsciente, y paciente aguante hasta el fin, ya no tengo miedo. Muchos malos momentos tocaron a mi puerta, y asustado no tuve mas remedio que dar la cara. No fue una montaña rusa, no fue una subida con bajada, solo fueron tropezones constantes, que lograban enterrarme cada día un poco mas, centímetro a centímetro, enterrando cada gramo de mi cuerpo.
¿Quién dijo que no soy suficiente? ¿Quien se reía de mi en el patio del colegio? Miren ahora, afronte mis demonios y supere todo obstáculo, soy indestructible, incorruptible como la fe del mas creyente. Mis pasos son mas seguros y ya no oculto mis sentimientos, ¿Tenemos un problema? hablamos y lo resolvemos, ya no callo mis pensamientos, son valiosos.
Como digo siempre, mi forma de ser y sentir enamoran ¿Por qué debería imitar, u ocultarlas?
Caí, me pare y volví a caminar, cayendo de nuevo al rato, pero ya no decido cuando frenar, la capacidad de mi cuerpo es insuperable, ¿Sentiste alguna vez que los golpes, ya no pueden marcarte? Lo siento constantemente, siento que no pueden afectarme, tengo un corazón de acero, tengo la voluntad para creer en mi, cuando nadie mas quiso hacerlo. Y ahora lo demuestro en cada paso que doy, con mi fuerza de voluntad no necesito ningún dios.